Carlos Slim, el renombrado empresario mexicano, aboga enérgicamente por la implementación de una jornada laboral poco convencional, marcando un giro audaz en las normas laborales convencionales. Su propuesta es la adopción de una jornada laboral de 12 horas al día, tres días a la semana, lo que impulsa una perspectiva radical sobre cómo las personas pueden abordar su trabajo y su vida. Además, Slim también promueve la idea de retrasar la jubilación hasta los 75 años, desafiando las expectativas convencionales sobre la edad de retiro.
Esta visión, propuesta por uno de los empresarios más influyentes y exitosos del mundo, sugiere un enfoque más centrado en la productividad y la eficiencia en el trabajo, en lugar de la cantidad de horas dedicadas. Además, la idea de posponer la jubilación busca aprovechar la experiencia y la sabiduría acumulada de las personas durante un período de tiempo más largo.