Santiago Abascal, líder de Vox, ha decidido romper los gobiernos autonómicos con el Partido Popular (PP) para hacer agitación política, acusando a Alberto Núñez Feijóo de "agresión" debido a su postura sobre inmigración. Tras tres horas de intenso debate interno, Vox ha retirado su apoyo parlamentario al PP en varias comunidades autónomas como Castilla y León, Aragón, Comunidad Valenciana, Extremadura, Región de Murcia y Baleares.
La decisión se tomó después de que el PP aceptara el reparto de menores migrantes, lo cual Vox considera una promoción de la inmigración irregular. Abascal culpó al PP de romper la confianza entre ambas formaciones y de dinamitar los acuerdos de gobernabilidad que sustentan a la derecha en cinco importantes ejecutivos territoriales. Según Abascal, esta maniobra es irreversible y se oficializó con el respaldo del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Vox.
La inmigración es una línea roja para Vox y ha sido la justificación para poner fin a sus relaciones con el PP. Los vicepresidentes territoriales de Vox, José Ángel Antelo, Vicente Barrera, Alejandro Nolasco y Juan García-Gallardo, acompañaron a Abascal durante el anuncio, mostrando seriedad y determinación. Todos ellos abandonarán sus cargos institucionales y comunicarán su decisión a los presidentes populares, pasando a la oposición aquellos que cuentan con escaño parlamentario.