¿Qué tendrá la política, que atrae tanto al lado traicionero y codicioso del ser humano? Solo hay que ver la lista de los escándalos que se suceden en España para comprobar que la corrupción y las ganas de robar al de al lado mientras se finge trabajar por el bien común están a la orden del día. No hay institución que haya quedado impoluta, y lo peor es que muchos de esos corruptos han terminado por salirse con la suya. Veámos cuáles han sido los escándalos políticos más sonados en la historia de España. En 2010, el juez José Castro realizaba algo impensable en España: imputar a un miembro de la Familia Real por un caso de corrupción. El juez investigaba varios convenios firmados durante 2005 y 2006 por el Gobierno balear y el Instituto Nóos, una fundación sin ánimo de lucro presidida por Iñaki Urdangarín, marido de la infanta Cristina y yerno del entonces rey de España, Juan Carlos I. Urgangarín fue condenado a 5 años y 10 meses de prisión, e ingresó en la prisión de Brieva. A pesar de haber sido miembro del patronato del Instituto Nóos la infanta Cristina finalmente no sería encausada, aunque sí fue sentenciada a abonar una multa de 265.088,42 euros. En 2007, la Fiscalía Anticorrupción denunciaba una trama de corrupción política vinculada al Partido Popular que funcionaba principalmente en la zona de Madrid y Valencia. Encabezada por el empresario Francisco Correa -su apellido en alemán dio el nombre al caso- implica al que fuese comisario del Cuerpo Nacional de Policía, José Manuel Villarejo. En 2021, se condenó a Correa a 51 años de prisión por conseguir adjudicaciones irregulares de contratos públicos en connivencia con responsables del Partido Popular. Salpicado por la Gürtel, además, apareció Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular, quien se descubrió estaba a cargo de un fondo secreto con el que se pagaron sobresueldos a altos cargos del partido. Todo ello, documentado desde 1990 a 2009 en los denominados “papeles de Bárcenas” y en los que aparecían nombres como los de Ángel Acebes o un tal M. Rajoy, que nunca se supo quién era. El Caso Malaya fue el nombre que se dio a la operación contra la corrupción urbanística en España, dirigida por el juez Miguel Ángel Torres y la Fiscalía Anticorrupción desde 2005 a 2016; y con el objetivo de destapar los diversos delitos -cohecho, malversación de fondos públicos, tráfico de influencias, entre otros- de dirigentes del Ayuntamiento de Marbella. Entre los detenidos, Juan Antonio Roca, asesor de Urbanismo del consistorio o Marisol Yagüe, alcaldesa desde agosto de 2003. Un caso que se convirtió además en uno de los más mediáticos por la implicación y condena a prisión de la tonadillera Isabel Pantoja a través del alcalde de Marbella, Julián Muñoz, quien también terminó en prisión. La Policía detenía en 2014 a más de 50 personas entre políticos, empresarios y funcionarios; por una trama de corrupción en administraciones públicas - adjudicando obras públicas a empresarios a cambio de recibir comisiones para luego blanquear ese dinero, que llegó a sumar al menos 300 millones de euros- que actuaban en las regiones de Madrid, Murcia, León y Valencia. Se denominó Operación Púnica por el Punica granatum, nombre científico del granado, en referencia al detenido más famoso en la redada, Francisco Granados, exconsejero del gobierno de la Comunidad de Madrid por el Partido Popular. El 14 de abril de 2012, Juan Carlos I sufrió una fractura de cadera durante una cacería de elefantes a la que había sido invitado en Botsuana.Un viaje de placer que fue objeto de críticas, dada la profunda crisis económica que atravesaba el país y por la que el propio monarca había pedido hacer “sacrificios” a los españoles. Sin embargo, la guinda del pastel se la llevó 2013, años en el que salió a la luz su relación con la empresaria alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, para la que habría utilizado dos millones de euros procedentes de fondos públicos de Patrimonio Nacional. Un año después, abdicaba en su hijo, Felipe de Borbón. Años después, comenzarían a aparecer informaciones sobre los supuestos fondos acumulados en paraísos fiscales, por lo que en 2020, abandonó España y se estableció en Emiratos Árabes Unidos. ¿Por qué decir que estudias algo si se puede demostrar fácilmente que no es así? No se sabe, pero aún así, Cristina Cifuentes y Pablo Casado, ambos altos cargos del Partido Popular en su momento, trataron de hacerlo. Cristina Cifuentes era desde junio de 2015 la presidenta de la Comunidad de Madrid, y se vio obligada a renunciar a su cargo en 2019, cuando salió a la luz que supuestamente obtuvo un título de máster en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid con notas falsificadas. Pablo Casado, por su parte, vicesecretario de Comunicación del PP y diputado nacional en ese momento, se vio involucrado en el caso Cifuentes, con la jueza investigando su expediente en su licenciatura de Derecho, cursada en la misma universidad en 2008. Según informó el diario El Mundo, Casado tardó siete años en aprobar la primera mitad de la licenciatura de Derecho. El resto lo superó de golpe en 2007, año en que se convirtió en diputado de la Asamblea de Madrid.