El castillo del Papa Luna, Benedicto XIII de Aviñón, está emplazado en la zona más elevada del peñón de la ciudad de Peñíscola, en Castellón, a una altura de 64 metros sobre el nivel del mar. La fortaleza fue utilizada por el papa y su sucesor, Clemente VIII, como Basílica Pontificia, y en ella reposaron durante algún tiempo los restos mortales del Pontífice.