En la parroquia de O Hío, en Cangas (Vigo), la paciencia de los vecinos se agotó debido a la falta de control sobre el aparcamiento desordenado de los turistas, que cada verano colapsan el acceso a las playas. El pasado domingo, entre 60 y 80 residentes decidieron protestar contra la situación cruzando lentamente los pasos de cebra que dan acceso a las playas, generando importantes retenciones de tráfico durante más de media hora. La protesta se produjo en un contexto de quejas continuas por el estacionamiento de vehículos que obstaculizan las entradas a viviendas y aceras, y la ausencia de sanciones para estos comportamientos incívicos. Los residentes de O Morrazo, cansados de la falta de medidas por parte de las autoridades locales, reclaman una reordenación y un plan de tráfico que regule el acceso a las playas. Aunque aseguran no estar en contra del turismo, consideran intolerable el comportamiento de ciertos visitantes que, al aparcar mal, crean un caos circulatorio y perturban la tranquilidad de la comunidad. La situación recuerda al fenómeno de masificación turística en otras áreas como el Pirineo, donde la llegada masiva de visitantes ha transformado paisajes tranquilos en lugares con atascos y aglomeraciones, afectando la calidad de vida de los residentes locales.