Lo peor de todo es que, aunque ambos son actos deleznables, el rebaño ya está aborregado: han sustituido la presunción de inocencia por presunción de islamismo. Y aunque les pongas los datos en la cara, los DNIs españoles de los autores, seguirán soltando sus bulos racistas. Es muy difícil ganarle la batalla a Goebbels, "una mentira repetida mil veces se vuelve verdad".
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