Muchos turistas se han dado cuenta de un detalle peculiar en la Puerta del Sol de Madrid: la ausencia de árboles, tanto antes como después de su remodelación. ¿Cuál es la razón detrás de esta decisión? Te lo contamos a continuación.
Hay dos razones principales para la falta de árboles en esta icónica plaza:
Razón utilitaria: El ayuntamiento de Madrid quiso retomar el concepto de un espacio público amplio y despejado, sin vegetación ni mobiliario urbano excesivo. La Puerta del Sol es una de las plazas más transitadas de la ciudad, con miles de personas cruzándola a diario, especialmente durante las temporadas altas de turismo y las rebajas. Un espacio sin obstáculos facilita el flujo de movimiento de los peatones, mejorando la accesibilidad y reduciendo posibles puntos de congestión.
Razón física: El 90% de la superficie de la Puerta del Sol está sobre una losa de hormigón de 20 centímetros de espesor, ubicada muy cerca de la superficie. Este diseño estructural limita drásticamente la posibilidad de plantar árboles, ya que solo el 10% restante de la plaza podría albergar vegetación. Debido a lo reducido de esta área, la inversión necesaria para crear zonas verdes no se considera viable.
Estas dos razones, una de carácter práctico y otra estructural, explican por qué la Puerta del Sol sigue siendo una plaza sin árboles, a pesar de las expectativas de algunos visitantes.