Gabriel Rufián, conocido por su aguda lengua y su ferviente defensa de los ideales independentistas catalanes, no se ha quedado callado ante la provocación de Luis Figo. El exfutbolista, siempre en el ojo del huracán por su controvertido paso del Barcelona al Real Madrid, lanzó una puya tras los resultados electorales catalanes, aprovechando el revés sufrido por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Sin embargo, Rufián, hábil en el arte de la respuesta, optó por utilizar una imagen histórica para contrarrestar la burla. En su tuit, compartió la famosa fotografía del célebre incidente en el Camp Nou, donde un aficionado arrojó la cabeza de un cochinillo al campo en un gesto de desprecio hacia Figo por su traspaso al eterno rival. Este acto simbolizó la profunda herida que la traición del exfutbolista provocó en el corazón culé. La imagen, cargada de significado y nostalgia para los seguidores del Barcelona, sirvió como respuesta contundente a la ironía de Figo. Más que palabras, fue un recordatorio de la pasión desbordada que el fútbol puede generar y de cómo las acciones en el terreno deportivo pueden trascender hacia lo político y lo social en el contexto catalán. En este juego de rivalidades, Gabriel Rufián demostró una vez más su habilidad para utilizar símbolos y gestos con el fin de transmitir mensajes políticos y emocionales a la vez.