El Hospital Isabel Zendal, erigido como el buque insignia de la estrategia sanitaria durante la pandemia bajo el mandato de Isabel Díaz Ayuso, ha sido objeto de intensos debates y análisis desde su apertura en diciembre de 2020. Con una inversión monumental de 200 millones de euros provenientes del Gobierno de Ayuso, se esperaba que este centro hospitalario se convirtiera en un bastión de la atención médica en tiempos de crisis. Sin embargo, los datos revelados por elDiario.es pintan un panorama sorprendentemente distinto. A pesar de la ingente inversión y la infraestructura de vanguardia, el Hospital Zendal ha experimentado una actividad notablemente baja desde su inauguración. Durante todo el año 2023, apenas 489 pacientes fueron ingresados en sus instalaciones, y en los dos primeros meses de 2024, este número disminuyó aún más, con solo 70 pacientes registrados. Estas cifras plantean interrogantes sobre la eficacia y la utilidad del hospital en el contexto de la gestión de la pandemia. Además, los datos revelan un cambio en el enfoque del centro, con una transición hacia la atención de "media y larga estancia", lo que se refleja en el notable aumento en la duración promedio de la estancia de los pacientes, que alcanzó los 49 días en 2023, en comparación con los 13 días en 2022 y los nueve días en 2021. El Hospital Isabel Zendal, que se concibió como un bastión de la lucha contra la pandemia, se encuentra ahora en el centro de un intenso escrutinio y debate sobre su efectividad y uso óptimo de recursos en medio de las complejidades de la crisis sanitaria.