En un acto de solidaridad virtual que se materializó en el mundo real, un grupo diverso de individuos se reunió en un parque con un propósito singular: desafiar la práctica de fumigación de metales nocivos que, según ellos, está siendo perpetrada por gobiernos. Equipados con sus detectores de metales, estas decenas de personas se congregaron para alzar sus dispositivos hacia el cielo en un gesto simbólico de protesta contra lo que consideran una amenaza ambiental grave. Con un espíritu de comunidad y determinación, este singular evento fusionó la tecnología moderna con la conciencia ambiental, mientras los participantes exploraban las playas en busca de evidencia de la presunta contaminación metálica. Más allá de la mera acción de búsqueda, esta quedada por internet se convirtió en un acto de resistencia pacífica y en una llamada de atención a la responsabilidad gubernamental en la protección del medio ambiente y la salud pública. Esto no ha pasado desapercibido en redes sociales donde ha sido comentario de mofas por parte de la gran mayoría de gente.