Gabriel Rufián generó intensa controversia al compartir una fotografía del asiento vacío de Santiago Abascal, líder de VOX, a las 9 de la mañana en el Congreso. La imagen capturó la atención de muchos, destacando la ausencia en un momento en el que la mayoría de los representantes estaban cumpliendo con sus responsabilidades laborales.La publicación llevó consigo una carga crítica al señalar la ausencia de la figura de Abascal en el contexto del trabajo parlamentario, especialmente al referirse a los miembros de VOX como "gente patriota". La instantánea rápidamente se convirtió en objeto de debate, reflejando tensiones políticas y diferencias ideológicas en el panorama político actual.Parece que a Abascal le interesa más dormir que trabajar por España.