El ridículo monumental de Yolanda Díaz en "su casa" planchando ropa ha generado revuelo en las redes sociales y medios de comunicación. En un intento por acercarse a la ciudadanía y mostrar su lado más cotidiano, la política declaró públicamente su gusto por las tareas del hogar, en este caso, la plancha. Sin embargo, esta acción terminó desatando una ola de críticas y controversia.
Un atento usuario se percató de un detalle revelador: en el fondo de la imagen se observa un dispensador de gel hidroalcohólico, un elemento típico de lugares públicos, como oficinas, comercios o instituciones gubernamentales. Este descubrimiento desató una serie de dudas y sospechas sobre la autenticidad del lugar en el que Yolanda Díaz realizaba su tarea doméstica.
La polémica se ha centrado en que, en caso de tratarse realmente de su hogar, no tendría sentido la presencia de un dispensador de gel en un espacio privado. Esta aparente incongruencia ha generado fuertes críticas hacia la política, acusándola de querer manipular su imagen pública para conectar con la población, pero sin tener en cuenta los detalles que podrían evidenciar la falsedad de su declaración.