Le prohiben la entrada no por ser quien es, ni pensar lo que piensa, sino por portar material que está prohibido en Alemania. Vamos, que si te apareces en Australia con ranas del amazonas te niegan la entrada, aunque seas el paladín de la justicia.
Se que es difícil, pero las normas serias no van sobre el infractor, sino sobre lo que hacen. Dicho esto me encanta el entrelineado de “no se puede ser más nazi que un alemán”, como quien no quiere la cosa.
[*2*] El gato escaldado del agua fria huye. Por eso los alemanes abominan de toda la parafernalia nazi -libros, banderas, llaveros - aunque sean los mismos nazis de siempre
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