Y el Padre dijo al hijo: - Mira que yo te hablo como padre pues es justo a ojos de nuestro creador- El hijo tras meditar contesto: - ¿Y dónde está ese creador del que hablas? - El padre no se enfureció con su hijo y no alzó la mano para lastimarlo... Alzó la mano para acariciar su mejilla. El hijo conmovido por la buena ventura, exclamó: - Ahora puedo ver-
Oremos....
(Hay que leerlo con eco de Iglesia y el ritmo es una palabra por segundo +-)
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