Las recientes críticas hacia Amazon han surgido con la sorprendente oferta de un contenedor de obra convertido en vivienda, disponible por el asombroso precio de 35,000 dólares. Mientras algunos aplauden la innovación y accesibilidad que esta opción podría ofrecer para la vivienda asequible, otros expresan preocupaciones sobre la calidad y la ética detrás de convertir un contenedor de carga en un hogar habitable.Las opiniones divergentes abordan preguntas sobre la sostenibilidad, los estándares de construcción, y el impacto ambiental asociado con la producción y envío de estos contenedores prefabricados. Este nuevo producto plantea debates sobre la evolución del mercado inmobiliario y la ética comercial, llevando a reflexiones críticas sobre la responsabilidad social de gigantes como Amazon en la promoción de soluciones habitacionales aparentemente asequibles, pero con posibles implicaciones a largo plazo en la calidad de vida y el entorno.