En el período de enero a octubre del año pasado en España, se llevaron a cabo un total de 832,756 transacciones de viviendas, destacando que únicamente el 38.9% de ellas pasaron por el proceso notarial para la formalización de hipotecas, equivalente a 323,998 viviendas. En otras palabras, solo cuatro de cada diez transacciones inmobiliarias requirieron financiamiento hipotecario, dejando claro que la gran mayoría, representada por seis de cada diez, se concretaron mediante pagos al contado o mediante otras formas de financiación como fondos. Este fenómeno del pago al contado ha ganado fuerza en el mercado inmobiliario español, siendo respaldado por cifras que muestran un crecimiento significativo en comparación con años anteriores. Según datos de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias, el 32% de los compradores en 2023 adquirieron sus viviendas sin recurrir a hipotecas, evidenciando un aumento notable del 5% en tan solo un año. José María Alfaro, representante de la federación, señala que entre el 35% y el 40% de las operaciones inmobiliarias se realizan al contado, revelando una tendencia al fortalecimiento de este método de adquisición de viviendas en el país. Este cambio en las preferencias de los compradores refleja un panorama dinámico en el mercado inmobiliario español, donde la flexibilidad en las formas de financiamiento juega un papel crucial en la toma de decisiones de los adquirientes de vivienda.