Realmente no es malo ser muy perfeccionista escribiendo tu libro.
Es decir, volver a leer un capitulo del libro que has escrito, no te gusta como esta escrito y vuelves a escribir ciertas partes.
Esto era muy común en escritores como Tolkien y como George Martin.
Lo que quizás le falte es constancia para escribir y no perder el tiempo.
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