Mercadona ha actualizado el diseño de sus yogures líquidos de fresa, reduciendo el tamaño del envase en un 10% y aumentando el precio del producto que ahora contiene menos cantidad. Este cambio ha generado controversia entre los consumidores, quienes consideran esta estrategia un escándalo más del supermercado dirigido por Juan Roig.
Los clientes expresan su descontento ante lo que perciben como una táctica para elevar los precios mientras se ofrece menos producto, alimentando el debate sobre la transparencia y la ética en las prácticas comerciales de la cadena.