El problema no es solo que Almeida se piense que a eso se le puede llamar playa. Cuando la playa tiene que dar al mar y eso es la ribera de un río.
El problema es que todos esos vendedores de pisos que se están haciendo de oro con el problema inmobiliario han subido en 100.000€ el precio de la vivienda porque ahora tiene vistas a una playa, que no es tal.
Un piso de 62m2 por medio millón de euros, una familia de clase media no se lo puede permitir sin hipotecarse los padres y los hijos también aunque no hayan nacido aún.
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