El martes 14 de enero, "El Hormiguero" recibió al dúo musical Andy y Lucas, quienes están inmersos en una gira de despedida que marca el final de su carrera. Sin embargo, el tono emotivo de su visita adquirió una dimensión más personal cuando Pablo Motos, conductor del programa, decidió abordar un tema delicado relacionado con Lucas, uno de los integrantes. Refiriéndose a una controversia reciente, Motos introdujo el tema diciendo: "Lucas, hablemos del tema de tu nariz".
El presentador destacó que la información disponible sobre el asunto era escasa y que las imágenes del cantante se habían viralizado, desatando bromas y comentarios fuera de contexto. Lucas, visiblemente afectado, aceptó hablar por primera vez sobre el tema, confesando que la situación había sido muy difícil de afrontar. Entre lágrimas, compartió cómo la atención mediática sobre su apariencia lo avergonzó, especialmente considerando el contraste con tragedias recientes, como una DANA en Valencia que había causado numerosas víctimas fatales. “¿Cómo es posible que una semana después de eso, la gente hable más de mi nariz que de esas muertes?”, reflexionó con pesar.
El cantante explicó que los comentarios en redes sociales, que incluían falsas acusaciones sobre consumo de drogas, fueron especialmente hirientes, no solo para él, sino también para su familia. “Tengo hijos, y ellos tienen que escuchar cosas horribles sobre mí en el colegio”, dijo. Asimismo, reveló que el problema surgió de una intervención estética que se complicó porque no siguió las recomendaciones médicas adecuadamente. “Es culpa mía. No usé las cremas ni seguí las indicaciones”, admitió, aunque defendió que cada persona tiene derecho a decidir sobre su cuerpo sin ser juzgada.
Lucas lamentó que la falta de respeto público lo haya afectado profundamente, especialmente en situaciones cotidianas, como salir a comer en familia. “Que alguien se acerque a tu mesa y te diga un disparate delante de tus hijos... eso me rompía el alma”, expresó con tristeza. Además, criticó cómo las bromas y ataques personales han eclipsado el verdadero propósito de su carrera: la música. “He aguantado las bromas del gordito, luego de la nariz... y me pregunto: ¿nadie se va a fijar en nuestra música? Algo bueno habremos hecho”.
Con una sinceridad desgarradora, Lucas concluyó que había preferido guardar silencio hasta ahora porque no quería renunciar a su libertad ni sentía que tuviera que dar explicaciones. “¿Por qué tengo que justificarme?”, sentenció, dejando clara su frustración ante una situación que ha puesto a prueba tanto su fortaleza emocional como la de su entorno más cercano.
