Las excusas más ingeniosas que hemos usado para escapar de la escuela

El colegio no es para todo el mundo. Por mucho que los 'adultos' se empeñan en que todos podemos encajar en la escuela, esto se vuelve a menudo en un escenario hostil para millones de personas en nuestro país y en todo el planeta.

Muchas veces, acudir al centro educativo se convierte en toda una pesadilla de la que no podemos escapar, pues vivimos en un sistema que nos obliga a estudiar, como mínimo, hasta los 16 años. Por este motivo, los diferentes estudiantes (sobre todos los niños), han desarrollado un sinfín de ideas para dar como excusa a sus padres cuando se quieran escapar o librar, al menos durante un día, de sus obligaciones y no ir a la escuela.

Aquí te dejamos una lista con alguna de las más ingeniosas. ¿Y a ti? ¿Se te ocurre alguna más? ¡Te leemos!

Hacerse el enfermo

Esta es la mayor excusa de la historia. A lo largo de los años, millones de niños sobre todo, han recurrido a todo tipo de prácticas para hacer creer a sus progenitores que se encuentran mal y que ,por tanto, tendrán que quedarse en casa en vez de ir a clase. Algunos ponían el termómetro en el brasero o en la calefacción para fingir fiebre, pero otros provocaban esos distintos malestares a través de distintas prácticas poco recomendables.

Inventarse una excursión a la que no quiere ir

Muchas veces, cuando llegamos a casa, nuestros padres nos preguntan qué tal ha ido el día y solo atienden una respuesta más o menos corta. Si nos inventamos que al siguiente habrá una excursión, pero que no nos apetece ir por un motivo o por otro, puede ser que no se den cuenta de que están ante una mentirijilla y que acepten que te quedes en casa.

Fiesta escolar inventada

Al igual que en el caso anterior, todo depende de lo imaginativo que te pongas. Te puedes inventar que, ese día, el centro educativo celebra una jornada dedicada a un evento cultural, una actividad concreta (carnaval, jueves de compadre, día de los abuelos, etc.,) en la cual tú no quieres participar de ninguna de las maneras. De este modo, tus padres podrían llegar a recapacitar y entender que no tienes por qué ir para estar a disgusto y no disfrutar junto al resto de personas que asisten 'ilusionadas' al festejo.

Problemas de transporte

Si necesitas desplazarte para llegar a tu centro educativo y tus padres no pueden hacerse cargo, el medio de transporte es la excusa perfecta para no levantar sospechas. Se ha podido estropear, lo has podido perder, etc. Se trata de una excusa llena de posibilidades.

Mal temporal

Si lo planificas con tiempo y tus progenitores confían en ti, podrás diseñar un plan perfecto en el que una lluvia fuerte haga cerrar (supuestamente) las clases por diferentes motivos (por ejemplo goteras o la poca preparación de los inmuebles). Si nieva o graniza, la situación es mucho más fácil. Últimamente, durante los meses de mayo, junio y septiembre, también se pueden utilizar como excusa las fuertes olas de calor.