Todos aquellos que han pasado por un aula saben que, en muchas ocasiones, es difícil mantener la atención en los profesores. Algunas veces se debe al temario denso que están impartiendo, otras veces a la metodología que usan para enseñar y otras muchas dependen de nosotros mismos y a si estamos cansados o tenemos demasiado sueño como para participar de manera activa en la clase. Pero, ¿cómo desconectar de la sesión sin que el profesor se dé cuenta y nos riña?Aquí te dejamos unos trucos básicos, pero efectivos con lo que podrás pensar en tus cosas y desconectar, aunque sea por un rato, de esas clases infernales que se hacen eternas. Asentir todo el ratoSi algo le gusta a un profesor es sentir que tiene toda tu atención. Aunque no le estés escuchando, una de las medidas más eficaces para que él crea que sí es asentir de manera constante a todas y cada una de sus explicaciones, lo que te hará parecer interesado, atento y participativo. Pese a que por dentro estés pensando en qué vas a comer hoy o en el episodio de tu serie favorita que viste ayer por la noche, asentir te permitirá parecer conectado con el discurso. Eso sí, si tu profesor suele hacer preguntas, esta no es la mejor técnica, ya que te puede descubrir y te meterás en un buen lío. No dejar de escribirOtra de las técnicas más típicas para confundir a los docentes y hacerles pensar que eres el alumno más aplicado del salón es hacer como que coges notas de todo lo que va explicando. Esto te hará desviar la atención de tu figura. Además, también sirve cuando ves que el profesor va a hacer una pregunta, ya que si te ve que estás corrigiendo algo o escribiendo no va a desconcentrarte y preguntarte a ti. Contacto visual ocasionalPese a que estar haciendo contacto visual con los ojos del profesor constantemente sería un suicidio académico y se terminaría descubriendo que no estás atendiendo a la sesión, cruza la mirada de manera ocasional con el maestro puede otorgarte ese aire de confianza que necesitas para pasar desapercibido y escaquearte de cualquier riña. El escudo humanoNo hay nada más humano que esconderse detrás de otra persona en clase para evitar llamar la atención. Al fin y al cabo, si tu profesor está quieto en el aula, todo es cuestión de ángulo, por lo que podrás encontrar un espacio en el que tu cabeza quede tapada por algún otro alumno. Si lo consigues, eres 'libre'. Descansar los ojos durante un 'ratito'Si ves que no puedes más y que vas a dar una cabezada al aire porque te estás quedando dormido, tómate unos segundos y descansa la vista. Para ello puedes colocarte de manera que el profesor no vea tu cara y esta quede encima del folio o cuaderno. También puedes cruzar tus brazos (como si protegieses lo que escribes) y apoyarte en él. Evidentemente no puedes estar mucho tiempo porque es evidente, pero te puede salvar en una situación límite.