Hay sitios donde uno puede meterse tranquilamente y sin temor, pero luego hay otros... Donde la fauna es digna de ser observada. Uno de esos sitios es Mercadona, el supermercado donde se junta lo mejor de cada casa y donde cualquier día alguien morirá atropellado por un carrito de la compra conducido por un anciano que ni Fernando Alonso en sus mejores tiempos. Un lugar con canción propia que nadie oye, al que todos juran no volver, pero que siempre recibe a quien se aburre en casa. En todo Mercadona hay alguien que se queja. Es más, puede que incluso en cada pasillo haya alguien quejándose por algo, y son precisamente los que acuden religiosamente a la cadena de supermercados y que amenazan con irse "a la tiendita del barrio" si no bajan los precios, dejando incluso mensajes en los propios establecimientos. Pero amigos, hay cosas que no solo son legales, sino obligatorias por ley (véase, vídeo). En Mercadona son eficientes con sus cajas, pero siempre hay alguna oferta o algún momento que atrae tanta gente que ir a pagar parece la hora de facturar en un aeropuerto con destino internacional. Y donde hay cola, hay personas impacientes. Y donde hay personas impacientes, hay gente que se cuela sin ningún tipo de miramiento. No son ni las 09:00 de la mañana, y probablemente ya tengas a unas cuantas personas -probablemente, mayores de 55 años- esperando a que abran el establecimiento. ¿Qué esperan? ¿Qué traman? Nadie lo sabe, pero seguro que nada bueno. Puede que vayan a por los cereales rellenos de leche, pero solo ellos saben con seguridad qué les hace ir corriendo por los pasillos cuando no tienen ninguna prisa. Llueva, truene, nieve o se inunde por siempre jamás el propio Mercadona. ¿Qué más da? Siempre habrá alguien comprando y algún intrépido que se acerque a ver todo más de cerca. Un aumento de sueldo para el/la pobre trabajador/a que está FREGANDO. No hay mucho que decir aquí, salvo intentar entender el por qué de este vídeo. Los jóvenes a los que no les queda más remedio que alimentarse, los que hacen listas de la compra, presupuestos, son conscientes de la subida de precios. Suframos juntos. No sabemos en qué momento les pareció buena idea hacer esto y meterse a molestar en trabajo ajeno, pero si vas a Mercadona probablemente te encuentres a algún 'tiktoker' haciendo de las suyas. Si la yaya quiere ir a las 22:00 horas de la noche al Mercadona porque está del marido hasta el mismísimo moño en zapatillas de casa a pesar de que la cadena cierra a las 21:00 horas, no habrá nada ni nadie que se lo impida. Juanjo somos todos.