1. Tamara Falcó e Íñigo Onieva
Empezamos por el final. El pasado 8 de julio, la hija de Isabel Preysler pasó por el altar y recibió el sacramento del matrimonio junto al empresario madrileño. Su relación ha estado marcada por la polémica, ya que hace unos meses, salió a la luz que Onieva había sido infiel a la marquesa de Griñón.
Como buena cristiana, Falcó perdonó al ''amor de su vida'' y empezaron los preparativos de la ''boda del año''. Durante meses, los enamorados se encontraron con una gran presión mediática, a lo que se sumó que la novia se quedó sin vestido nupcial a siete semanas del gran día.
Aunque parecía que todo había salido bien y que habían sobrevivido al agobio y al estrés, el día del enlace (celebrado en la capilla del palacio de el Rincón), casi sale ardiendo uno de los sacerdotes después de que uno de los candelabros prendiese su casulla. Ahora, la pareja feliz está viviendo su luna de miel de safari en Sudáfrica.