¿Puede una patada costarte toda tu carrera? Sí. Si no, que se lo pregunten al cubano Ángel Matos, del que no habréis oído hablar en los círculos olímpicos desde su participación en los Juegos de Pekín 2008. El taekwondista peleaba por el bronce contra el kazajo Chimanov cuando, en el segundo asalto, se lesionó. Normalmente, se da un minuto para reincorporarse, pero Matos se excedió dos segundos, por lo que fue eliminado del combate. El deportista no aceptó esta derrota con deportividad y arremetió contra el árbitro, propinándole una patada en la cabeza que le arrojó al suelo. En consecuencia, el jugador fue sancionado de por vida.