Ritos y supersticiones en España: creencias populares que perduran
Por jdelrio 29 jun 2023, 18:01
Miedo a los espejos rotos. Días de mala suerte. Tocar madera para atraer la fortuna. Decir un nombre en concreto en cuanto escuchamos a alguien estornudar. Ni pensar en cruzar por debajo de una escalera. Hay cosas que hacemos, muchas de ellas de manera casi inconsciente, que ya forman parte de ese peculiar catálogo de extrañas tradiciones y ritos que desde tiempos antiguos han existido en España, influyendo nuestra manera de vivir. Echemos un vistazo a las más populares.
Lanzar arroz a los novios el día de su boda
En España somos muy de tradiciones, no hace falta decirlo. Más aún en las bodas, porque hasta los menos supersticiosos serán los primeros armados con confeti, pétalos o arroz a la salida de una boda. Un rito que desde siempre se considera que da buena suerte a la pareja, pues el arroz simbolizaba la fertilidad, la abundancia y los augurios de prosperidad. Por esa razón se tiran puñados de arroz a las parejas después de darse el "sí, quiero": para desearles una relación feliz, duradera y con hijos.
Tocar madera
Los primeros ritos y tradiciones estuvieron íntimamente ligados a la naturaleza. Los antiguos creían que los árboles poseían cierto tipo de espíritus mágicos viviendo en su interior y que, golpeando sus troncos, conseguían invocarlos para que los protegieran. Una tradición que pasaría a las religiones monoteístas, que utilizaban el “tocar madera” para buscar protección durante el periodo de la Inquisición Española.
Romper un espejo
Seguro que has oído eso de que “si rompes un espejo, te esperan siete años de mala suerte”. Mucho tiempo para ser una mera casualidad. Podemos dar las gracias a los antiguos romanos, que creían que los espejos contenían trozos del alma de uno y que, unido al mito de que nuestro cuerpo se “renueva” cada siete años, dio lugar a esta superstición convertida en condena total.
Decir ‘Jesús’ después de estornudar
Está tan integrado en nuestra mente que se ha convertido en acto reflejo: alguien estornuda y, automáticamente, otro responde, “¡Jesús!”. Lo decimos sin pensar, porque seguro que no estamos pensando que estamos salvando a esa persona de la condenación eterna. Esta antigua superstición se basa en que el alma de una persona se separaba de su cuerpo cuando estornudaba y decir el nombre de Jesús era una forma de evitar que el Diablo la robase antes de que se recuperara.
Derramamiento de sal
La sal derramada da mala suerte, pero pocos saben que es debido a que en la Antigüedad se utilizaba como sustancia mágica para realizar rituales y al derramarla se estaba invitando al Diablo a venir a uno y hacer de las suyas.
Brindar con agua
En un brindis, si hay alguien que osa hacerlo con agua, probablemente se lleve alguna que otra reprimenda. ¿Por qué? Por tradición. Hacerlo ha sido signo de mal fario desde la Antigua Grecia, donde solo se brindaba con agua para honrar a los muertos, pues se supone que los muertos bebían agua del río Leteo en el Inframundo, con objeto de dejar atrás sus vidas corpóreas. Con el tiempo, la creencia evolucionó a que brindar con agua era desear mala suerte -e incluso la muerte- a quien quiera por quien se esté brindando.
Cruzar los dedos
Si eres de los que cruza los dedos para invocar a la buena suerte, quizá te interese saber que esta tradición comenzó en la época precristiana, cuando la cruz todavía era símbolo de unidad y poder. El cruzar los dedos se hacía para invocar el poder que existía en la zona central de la cruz -de ahí que se haga fuerza- y se pedía un deseo.
Martes y 13
Tanto en España como en Latinoamérica se considera que cualquier martes que caiga en el decimotercerdía del mes es un símbolo de la mala suerte. Esto es por la creencia de que tanto el número 13 como el martes dan mala suerte. Por un lado, el número 13 tendría un origen cristiano, pues 13 eran los comensales en la Última Cena de Jesucristo -y uno de ellos le traicionó, para luego ser detenido por los romanos y posteriormente crucificado. Una pasión que se dice se vivió en martes. Por otro lado, está Marte, el dios de la guerra en la mitología latina, que se creía era el más peligroso. De hecho, en español existe un antiguo refrán que dice: ‘En martes, ni te cases ni te embarques’; es decir, que ese día no hagas nada importante ni arriesgado, como viajar, porque puede acabar mal.
Abrir un paraguas en interior
Según una de las teorías, todo habría comenzado alrededor del año 1200 a. C. La superstición podría haber surgido de la creencia de que abrir un paraguas en el interior, al estar “al otro lado” de los rayos del sol, enfadaría a Ra, el dios del sol, y eso provocaría consecuencias negativas. Otros, apuntan que los primeros paraguas se diseñaron para honrar la forma en que Nut, diosa del cielo, protegía la Tierra, por lo que su sombra se consideraba sagrada.
Gatos negros
Si ves un gato negro… ¿Te cruzas de acera? Los pobres mininos con brillante pelaje azabache se convirtieron en los más odiados de la creación en plena Edad Media, al ser relacionados con eventos malignos, como la brujería o pactos con el Diablo. Es más, precisamente en su relación con el Señor de las Tinieblas está el origen de la tradición de evitalos, pues se cree que si un gato negro se cruza en tu camino, bloque tu conexión con Dios y tu camino al cielo.